Primer día de la celebración de nuestro 20º aniversario fue un comienzo fantástico, ¡pero el viaje no había terminado! Los días dos y tres se dedicaron a estrechar aún más los lazos dentro de nuestro increíble equipo, y a sumergirnos todos en la belleza y la cultura de la isla de Madeira, la "Perla del Atlántico".
Segundo día: Celebrar en familia
El segundo día, reservamos la noche para celebrarlo con los miembros de nuestro entregado equipo, junto con sus queridas parejas. Queríamos crear una experiencia realmente especial, así que elegimos uno de los lugares más exclusivos de Funchal, el Centro de Diseño Nini Andrade Silva para celebrar una cena inolvidable.
Este elegante escenario fue el marco perfecto para los sinceros discursos de nuestro Consejero Delegado, Thomas Berndorfer; nuestro Director de Operaciones, Adam Maurer; nuestro Director Técnico, Kirill Zhuklinets; nuestro Director Financiero, Phillip Frangandonis, y nuestro arquitecto de software, Sherif Kenawy.
Fue una velada reconfortante llena de risas, historias compartidas y un profundo sentimiento de agradecimiento por el increíble viaje que hemos compartido juntos. Brindamos por dos décadas de éxito, innovación y, lo que es más importante, por las increíbles personas que hacen de Connecting Software lo que es hoy.
Tercer día: El paraíso de Madeira
El tercer día nos ofreció el sabor del paraíso... ¡literalmente! Nos embarcamos en una emocionante aventura hacia el encantador pueblo de Porto Moniz. Este pintoresco lugar es famoso por sus piscinas volcánicas naturales, formadas por lava solidificada y llenas de agua oceánica cristalina. Fue toda una experiencia darse un refrescante chapuzón en medio de este impresionante paisaje, rodeado de la cruda belleza de la naturaleza.
Tras nuestra aventura acuática, entramos en un bar tradicional de Madeira. Nuestros colegas de Europa central y lejana tuvieron la oportunidad de probar la Poncha, la bebida típica de la isla. Este brebaje único, elaborado con ron de caña de azúcar, ofrecía una muestra de la tradición local.
El viaje culinario no terminó ahí. A continuación, nos deleitamos con la espetada, un plato de carne en brocheta típico de la cocina de Madeira, acompañado del famoso pan "bolo do caco" de la isla.
Estas experiencias iban más allá de hacer turismo: eran una oportunidad para conectar, compartir risas con deliciosa comida y crear recuerdos duraderos.
A medida que la celebración de tres días llegaba a su fin, un sentimiento de unidad y camaradería resonaba en todo el equipo. Volvimos a nuestras respectivas sedes con energías renovadas, un mayor aprecio por la cultura de nuestra empresa y el corazón lleno de cálidos recuerdos de Madeira y de la celebración de nuestro vigésimo aniversario.
